A medida que la temperatura continúa aumentando durante la noche, también aumenta el desafío de lograr un sueño reparador durante un calor extremo. El aumento de las temperaturas nocturnas debido al cambio climático no sólo es incómodo, sino que también puede tener un impacto negativo significativo en la calidad del sueño y el bienestar general. Exploremos cómo el aumento de las temperaturas nocturnas está alterando nuestro precioso sueño y qué podemos hacer para combatirlo.
La doble amenaza del aumento de las temperaturas nocturnas y el calor extremo
El calor extremo continúa afectando a numerosas regiones, particularmente en el sur y sureste de los Estados Unidos, donde las temperaturas a menudo superan los 110 grados Fahrenheit. De acuerdo con la Servicio Meteorológico Nacional, este calor extremo está afectando cada vez más las temperaturas nocturnas, haciendo que las noches que antes eran más frescas ya no sean el respiro que alguna vez fueron.
No son sólo los días los que se vuelven más calurosos; Las noches se están calentando a un ritmo acelerado. Investigación de la Universidad de Exeter destaca que esta asimetría del calentamiento se debe principalmente al aumento de los niveles de nubosidad, que actúan como retenedores de calor durante la noche.
Cómo el aumento de las temperaturas nocturnas afecta la calidad del sueño
Nuestros cuerpos tienen una tendencia natural a enfriarse durante la noche, un proceso conocido como termorregulación, que es esencial para mantener un sueño de calidad. Dra. Beth Malow, director de la División de Sueño de Vanderbilt, explica que cuando las temperaturas nocturnas permanecen altas, nuestra temperatura corporal lucha por bajar, lo que provoca alteraciones en los patrones de sueño.
uno revelador estudiar descubrió que las elevadas temperaturas nocturnas ya han provocado que las personas duerman aproximadamente 44 horas menos al año. Si esta tendencia continúa, podríamos estar ante una pérdida de sueño de 50 a 58 horas al año para finales de siglo.
El impacto más amplio de la falta de sueño
De acuerdo a Dr. W. Christopher Invierno, neurólogo especializado en medicina del sueño, la superposición entre el sueño y la regulación de la temperatura en el cerebro es significativa. Las temperaturas elevadas reducen la calidad y la profundidad del sueño, lo que significa un sueño menos reparador para el cuerpo.
Dormir mal no sólo te hace sentir cansado. Puede afectar su estado de ánimo, control de peso, función inmune y el funcionamiento general de su corazón y pulmones. La falta constante de sueño profundo también perjudica la salud del cerebro, afectando la memoria y la función cognitiva.
Estrategias para mitigar los efectos del calor extremo en el sueño
Si bien sufrir calor ocasionalmente puede no parecer crítico, la falta crónica de sueño tiene efectos adversos acumulativos. A continuación se presentan algunos pasos prácticos para mantenerse fresco y mejorar la calidad del sueño:
- Enciende el aire acondicionado: El aire acondicionado puede salvar vidas. Si esa no es una opción, un ventilador puede brindarle algo de alivio.
- Reducir la temperatura del termostato: Reducir la configuración del termostato puede ayudar a crear un ambiente más fresco para dormir.
- Invierta en un aire acondicionado de ventana: Si no hay aire central disponible, una unidad de ventana puede enfriar eficazmente su dormitorio.
- Duerma en partes más frescas de su hogar: Opte por los niveles inferiores o el sótano donde el aire generalmente es más fresco.
- Refrescarse físicamente: Use un paño húmedo en la frente para ayudar a disminuir la temperatura corporal antes de acostarse.
- Use menos para ir a la cama: La ropa más ligera y las sábanas más finas pueden marcar una gran diferencia en cómo te sientes.
- Considere productos refrescantes para dormir: Invierta en colchones, almohadas y ropa de cama refrescantes para tener un sueño nocturno más confortable.
- Bloquear la luz: Mantenga las cortinas o persianas cerradas durante el día para reducir la temperatura interior.
- Manténgase bien hidratado: Beber mucha agua durante el día previene la deshidratación, que puede exacerbar el sobrecalentamiento.
Lidiar con el aumento de las temperaturas nocturnas puede ser un desafío, pero es crucial para su salud general priorizar el sueño. La implementación de estas estrategias puede ayudar a garantizar que, incluso durante el calor extremo, obtenga el sueño reparador que necesita para mantener el bienestar físico y mental.